La mañana amaneció triste. Teñida del color gris con el que se pintan los días en tu ausencia. Fuera la lluvia golpeaba persistente el cristal de la ventana cuando mi amigo se levantó y anduvo lo justo para dejarse caer en el sofá… No, no parecía que esta última hubiera sido una de sus memorables noches de pasión…
Preparé café para los dos. Le ofrecí una taza y me ofrecí a mí mismo para escucharle.
-¿Qué te ocurre, amigo? -Pregunte.
Me contó que había tenido una pesadilla terrible. Creía haber muerto… que era un fantasma. Te veía; pero tú a él no. Intentaba tocarte; pero no le sentías… Se desesperaba pensando que nunca más podría sentir la emoción de estrecharte entre sus brazos, acariciarte, besarte… Que estabas sola y era imposible para él hacer que supieras que estaba junto a ti… Lloraba, y las lágrimas empañaban sus ojos como la lluvia los cristales de la ventana…
Dicen que los sueños nunca acaban mal, por horribles que sean, aunque sean auténticas pesadillas, porque uno se despierta antes de un final fatal para comprobar que nada era verdad. Ignoro si eso fue lo que le había pasado a mi amigo esta mañana… Entonces te vimos llegar a través de la ventana… y él saltó disparado del asiento y salió corriendo para abrazarte y fundirse contigo en un beso infinito bajo la lluvia…
Yo me quedé mirando tras los cristales. Sonreía. Me alegraba por él. Me alegraba por ti. Os miraba a los dos… te miraba… Pero sin proponérmelo, brotaron en mi mente los versos de Becquer:
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
qué te diera por un beso!
¡Qué historia tan bonita Pablo! Y romántica…
Yo te doy con mucho gusto ese beso que deseas en los versos del poeta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Oh! ¡Qué agradable beso! Muchas gracias Esther, querida, y me alegro mucho de que te haya gustado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues… otro beso Pablo, para que sean dos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro que acabara bien… yo tuve hace tiempo grandes pesadillas y creéme, lo pasaba muy mal. Bonitas fotos y buene música.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Agradezco mucho tu amable comentario, Rosa, querida; pero, sobre todo, me alegra que esas pesadillas que mencionas quedarán atrás…
En cuanto al final de esta historia, la verdad, fue feliz para ellos y eso me complace. Pero yo, secretamente enamorado de ella, me quedé sin su beso. 😉
Un beso para ti, linda Rosa.
Me gustaMe gusta
¿ Sabes una cosa? Soñar con la muerte, al contrario de lo que se piensa, es un augurio positivo. En el lenguaje de los sueños la muerte representa un cambio muy importante en la vida de aquel que muere… y suelen ser cambios vitales y positivos, giros completos de vida.
Un beso lunático y alegre bajo la lluvia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Caramba! ¡Qué interesante, Selene querida! No conocía tus dotes de pitonisa en versión intérprete de sueños (que de las de encantadora y hasta hechicera ya sabía algo). O, quizás, ¿eres discípula de Freud? 😉
Sin bromas: un beso bajo la luna y la lluvia para ti, querida Selene. Y muchas gracias por tu grata presencia.
Me gustaMe gusta
Me gusta cuando te pones romántico, Pablo. 😉
Como a besarte no me atrevo (al menos todavía) recibe un muy fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Ja, ja, ja! No, mejor no me beses… todavía; que tan romántico no estoy. ¡Venga ese abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Me gusta todo! La foto en ByN, el texto, el final feliz de «Desayuno con diamantes» y el poema del más romántico de los poetas… en fin, un post redondo.
Un fuerte abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué alegría! Muchísimas gracias por tan amable comentario.
Otro abrazo fuerte para ti.
Me gustaLe gusta a 1 persona